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Cómo la inversión en ciberseguridad podría impulsar nuestra protección en Internet

Tanto la ciberseguridad como los ciberataques han ido evolucionando a la vez que avanza la tecnología de la comunicación. La COVID-19 no ha hecho más que aumentar la exposición a vulnerabilidades ligadas a la tecnología. Ante esto, la inversión en ciberseguridad se ha hecho más fundamental que nunca para proteger a gobiernos, organizaciones e individuos.

¿Qué es la ciberseguridad?

La ciberseguridad engloba el conjunto de procedimientos y herramientas que se implementan para proteger los activos de información que se generan y procesan a través de computadoras, servidores, dispositivos móviles, redes y sistemas electrónicos. Los activos de información pueden incluir datos (software y hardware) y las amenazas a estos son variadas, pudiendo originarse tanto desde fuera como desde dentro de una organización.

Aumento de su presencia en nuestro día a día

Se ha recorrido un largo camino desde los cifrados simples hasta llegar a los algoritmos sofisticados actuales. Así, los procedimientos de autenticación multifactorial integrados, mejores técnicas de cifrado y el uso de redes privadas virtuales se han ido convirtiendo en algo más común cada día. Áreas como la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático han impulsado la automatización de todo ello.

Paralelamente, la irrupción de la COVID-19 produjo un auge de la dependencia tecnológica en tiempo récord. Desde la adopción masiva del trabajo en remoto, hasta otros ámbitos como la educación a distancia, el comercio electrónico, la banca virtual o la propia vida social. Todos estos cambios hacia una mayor digitalización se han llevado a cabo con mínimos avances en la protección informática en las empresas, lo que se tradujo en un aumento de vulnerabilidades, pérdidas de datos y ataques de ransomware (o secuestro de datos).

Los ataques de ciberseguridad no solamente poseen un riesgo de privacidad, sino que pueden ocasionar importantes consecuencias económicas. Según los datos del estudio “Cost of a Data Breach Report 2021” producido por el Ponemon Institute y patrocinado por IBM, en 2020, el coste medio de una filtración de datos fue de 3,86 millones de dólares en todo el mundo. Según este mismo reporte, en este último año los costes relacionados con las respuestas a estas filtraciones se han incrementado un 10%.

La inversión como mejora de la protección

Teniendo en cuenta que el ciberespacio es internacional y relativamente nuevo – no existen prácticamente normas o leyes que lo regulen –, la inversión en ciberseguridad se ha hecho más fundamental que nunca; es la llave de protección para gobiernos, organizaciones e individuos, tanto de sus activos físicos, digitales como financieros. Tanto es así, que en EE. UU. las inversiones en ciberseguridad incrementaron un 10% en 2020, alcanzando los 53.000 millones de dólares.

Principales innovaciones en Ciberseguridad

1. Firmas y certificados digitales

Debido a los rápidos avances en el comercio electrónico, existe una creciente necesidad de seguridad y autenticación en línea. La firma digital – mecanismo criptográfico que permite identificar al firmante y garantizar la integridad del documento - y el certificado digital – documento electrónico expedido por una autoridad que vincula a una persona con una clave pública y confirma su identidad – son tecnologías que aseguran la autenticación en Internet y un mercado que, según Statista, se espera que se multiplique por cinco en 2026.

2. Seguridad de las redes

Entre las principales herramientas que garantizan la seguridad del usuario en las redes encontramos el firewall, el servidor proxy, antivirus, cifrado de punto final o el escáner de vulnerabilidades. El firewall monitoriza el tráfico entrante y saliente y decide si permitirlo o bloquearlo, el servidor proxy filtra los paquetes entre cliente y servidor para garantizar la anonimidad, el antivirus elimina y bloquea amenazas, el cifrado de punto final asegura el correcto destinatario para el descifrado de un mensaje y el escáner de vulnerabilidades proporciona un seguimiento continuo de una posible vulnerabilidad. Este mercado se espera que supere los 4.600 millones de dólares en ingresos al inicio de 2022.

3. Aprendizaje automático

El aprendizaje automático o machine learning (ML, por sus siglas en inglés) es un tipo de inteligencia artificial (AI) que permite a los ordenadores la capacidad de aprender sin ser programados explícitamente. Gracias a su utilización, los sistemas de ciberseguridad pueden analizar los patrones y aprender de ellos para ayudar a prevenir ataques similares y responder ante los cambios y, por lo tanto, pueden hacer que la ciberseguridad sea más sencilla y eficaz, y a la vez menos costosa.

Todas estas herramientas forman parte de las aplicaciones que usamos y usaremos diariamente, sobre todo en nuevos entornos de realidad virtual. Por ello, la inversión en compañías que promueven el desarrollo de todas ellas puede ser una oportunidad a futuro. 

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