Nearshoring: Una oportunidad para Latinoamérica
El coste de la mano de obra, la disrupción logística y los riesgos geopolíticos impulsan el fenómeno de "nearshoring"
La entrada de China a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en el año 2001 generó una dinámica de globalización en el sector manufacturero. Una importante parte de la cadena de producción de las economías desarrolladas se deslocalizó hacia Asia buscando menores costes laborales en ese lado del mundo y, esto contribuyó a que los países asiáticos experimentaran tasas de crecimiento sin precedentes. Adicionalmente, China y Estados Unidos fortalecieron sus vínculos geopolíticos con nuevas sinergias en campos como el financiero. Sin embargo, estos tres factores que favorecieron la globalización han cambiado en los últimos años por factores de carácter estructural:
- A raíz de la COVID-19 y, posteriormente, de la reapertura, las cadenas de suministro sufrieron importantes disrupciones que causaron desabastecimiento de todo tipo de bienes y que, tardaron muchos meses en estabilizarse.
- China fue dejando atrás las manufacturas simples para pasar a producir unas más complejas consideradas como estratégicas y fundamentales para Estados Unidos. Este crecimiento de la competitividad de China unida al creciente déficit comercial con el país asiático, llevó al tensionamiento de las relaciones comerciales que llegaron a su punto más álgido en la administración Trump y que continúa a día de hoy bajo el mandato de Biden.
La seguridad en el suministro pasa a primer plano
Estados Unidos ha tomado la decisión, en octubre de 20221, de restringir el acceso de Pekín a cualquier elemento asociado a la producción de chips que sea estadounidense o que incorpore tecnología estadounidense. EE. UU. lidera esta industria pero sólo alberga el 13% de la producción mundial de chips, lo cual se identifica como un riesgo en la cadena de suministro.2 En este contexto, el tratado de libre comercio entre Estados Unidos, México y Canadá, (USMCA, anteriormente NAFTA) resulta muy favorable.
La cercanía geográfica es un factor determinante
La frontera terrestre de México con Estados Unidos es de más de 3.000 km y, de acuerdo con Statista, más del 80% de las exportaciones se hacen por vía terrestre. Además, la propia cercanía permite que el comercio no sea solamente de bienes terminados, sino también de bienes intermedios y que se pueda hacer producción conjunta,lo cual es un incentivo de inversión para las compañías americanas.
El mercado laboral juega un papel clave en tres sentidos: costes, disponibilidad y la demografía
La ventaja competitiva de los menores costes laborales en China ha desaparecido desde el año 2015, como se puede observar en el gráfico inferior. En términos de costes de producción, el salario por hora en México (4.82USD) a cierre de 2020 era un 25% inferior que el salario en China (6.50USD).
Evolución del salario por hora en el sector manufacturero China vs. México (USD)
Source: https://www.statista.com/statistics/744071/manufacturing-labour-costs-per-hour-china-vietnam-mexico/
El nearshoring se define como la estrategia de externalización por la que una empresa transfiere parte de su producción a terceros que, a pesar de ubicarse en otros países, están localizados en destinos cercanos y con una zona horaria semejante. Según estimaciones de 2022 del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el nearshoring podría añadir 78.000 millones de dólares anuales en exportaciones adicionales de bienes (64.000 millones) y servicios (14.000 millones) en América Latina y el Caribe a corto y medio plazo.
¿Qué es nearshoring?
La oportunidad para Latinoamérica: 78.000 millones de dólares, México el más beneficiado
El BID anunció en julio de 2022 su apoyo a los planes del gobierno de México para promover el nearshoring. Se trata de un compromiso del Banco y de su brazo del sector privado, IDB Invest, para ayudar a México a aprovechar las enormes nuevas oportunidades resultantes de la reconfiguración de las cadenas globales de suministro. En los próximos años es de esperar que este fenómeno de nearshoring impulse muchos procesos industriales en México y también a lo largo de Latinoamérica.
La necesidad de incrementar la seguridad de suministro, diversificar las cadenas de producción y limitar la transferencia de tecnología con China elevan el atractivo de México como centro de inversión por parte de las empresas norteamericanas.