Oportunidades de inversión que contribuyen a frenar el cambio climático
El cambio climático – o cambio de los patrones de las temperaturas y del clima a largo plazo – es un fenómeno que siempre ha estado presente, afectando tanto a lugares remotos del globo como a otros más cercanos. Sin embargo, es en los últimos años cuando esta problemática ha cobrado mayor protagonismo en la agenda de los principales países del mundo.
Con el fin de frenar este proceso y sus efectos, cada vez son más los países y organizaciones comprometidos con la reducción de las emisiones netas de carbono. En esta transición a un mundo más respetuoso con el medio ambiente, la innovación y los adelantos tecnológicos son fundamentales. En este sentido, han surgido compañías que ofrecen soluciones alternativas para transformar al mundo en uno más sostenible y que, dado el interés generalizado y creciente por la sostenibilidad del planeta, constituyen oportunidades de inversión.
COP21: Acuerdo de París sobre el clima
En 2015, dentro de la Conferencia sobre el Cambio Climático de Paris (COP21) que reúne a los países que ratifican las Convenciones de las Naciones Unidas, un total de 196 estados adoptaron el Acuerdo de París. El objetivo principal de este evento es llegar a acuerdos que limitan el calentamiento mundial por debajo de 2°C. Para ello, la sociedad debería alcanzar las emisiones netas cero de gases de efecto invernadero de larga duración para 2050, algo a lo que ya se ha comprometido Banco Santander.
Esta gran transformación solo sería posible si se sustituye, a gran escala, la base de activos productivos de la economía mundial por tecnologías no contaminantes. Para llegar a ello, en la misma COP21 se establecieron los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), los cuales se tomaron como referencia mundial en la lucha contra el cambio climático.
COP26: Acuerdo renovado en Glasgow
En la cumbre de las Naciones Unidas celebrada en Glasgow, en noviembre de 2021, más de 190 países alcanzaron un nuevo acuerdo que pretende acelerar la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo y reducir los combustibles fósiles. Los países firmantes ahora abarcan más del 80% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono. En 2018 esa cifra era sólo del 15%.
Estados Unidos y Europa, en marcha
En Estados Unidos el reciente marco presentado por la Casa Blanca a través de la Ley Build Back Better (BBB), aún pendiente de aprobación por la Cámara de Representantes y el Senado, incluye 555.000 millones de dólares estadounidenses (USD) para inversiones en energías limpias y lucha contra el cambio climático. Esto implica una asignación masiva de fondos para reducir las emisiones de dióxido de carbono como los vehículos eléctricos, la producción de hidrógeno verde o la captura de carbono.
Mientras tanto, la Unión Europea ha puesto en marcha el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de la Unión Europea, instrumento clave europeo de nueva generación para ayudar a la UE a salir más fuerte y resistente de la crisis actual y hacer que las economías europeas sean más sostenibles, resistentes y estén mejor preparadas para los retos y oportunidades de la transición ecológica y digital.
Cada plan nacional tendrá que incluir un mínimo del 37% de los gastos para inversiones y reformas climáticas. Por su parte, los inversores institucionales han comenzado a adaptar sus inversiones tradicionales en materia de ASG a los objetivos climáticos, exigiendo principalmente contribuir a la descarbonización de la economía.
Principales tendencias en materia de acción climática
1. Redes eléctricas inteligentes
La red actual necesita de gran automatización para poder hacer frente a la electricidad proveniente de la digitalización. Una red eléctrica inteligente (smart grid) es aquella que puede integrar de forma eficiente el comportamiento y las acciones de todos los usuarios conectados a ella, de tal forma que se asegure un sistema energético sostenible y eficiente, con bajas pérdidas y altos niveles de calidad y seguridad de suministro.
En Estados Unidos el proyecto de ley de infraestructuras contempla 65 mil millones de dólares para la construcción de líneas de transmisión nuevas y resistentes para facilitar la expansión de la energía renovable.
2. Control de la contaminación del aire y de las emisiones
El tamaño del mercado mundial de tecnología de control de emisiones se prevé que supere los 160.000 millones de dólares en 2025. Estas innovaciones reducen las emisiones nocivas de los gases de escape de los vehículos que perjudican tanto al medio ambiente como a nuestra salud.
La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos estima que en Norteamérica aproximadamente el 30% de los edificios comerciales tienen problemas significativos con la calidad del aire, pero sólo alrededor del 5% han sido resueltos.
3. Eficiencia energética
La eficiencia energética o “quinto combustible" es un conjunto de actividades que permiten disminuir el consumo energético de un determinado proceso manteniendo el mismo nivel de producción, o el mismo nivel de servicio.
La AIE (Agencia Internacional de la Energía) señala que la eficiencia energética se destaca sistemáticamente como la medida más importante para ahorrar energía y emisiones de gases de efecto invernadero. Por ejemplo, la eficiencia energética podría contribuir a casi la mitad de la autosuficiencia petrolera de América del Norte para el 2030.
Las oportunidades para participar activamente en la lucha contra el cambio climático a través de aquellas compañías que agilizan la llegada de las emisiones netas cero en 2050 son variadas.
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